Nuestra piel es el mayor órgano del cuerpo, y debe ser cuidada para que este muy sana. Para ello debemos mantenerla muy bien hidratada, la hidratación no la logramos solamente a través del consumo de líquido, sino también con la utilización de cremas.
La pregunta es cuál es la crema que mejor se adapta a nuestro tipo de piel. Hay diferente tipo de pieles grasa, seca, normal y mixta, pero ¿cómo saber cuál es el nuestro? No desesperes, aquí te daremos unos consejos para que sepas cuál es tu tipo de piel.
Para que puedas determinar cuál es tu tipo de piel, antes de ir a dormir, lava tu rostro y sécalo suavemente con pequeños golpecitos. Al día siguiente, mírate al espejo, si es posible con luz natural. Y observa muy bien como está tu piel
– Si tu piel se encuentra rozagante, tiene un color uniforme un aspecto aterciopelado, es elástica y no hay residuos de grasa, tienes piel normal. La función de la crema en este caso en mantener las propiedades de la piel.
– Si está tirante, áspera, opaca, quebradiza, presenta arrugas y descamaciones, tienes piel seca. La función de la crema en este caso es hidratar el tejido, restaurándolo y dándole suavidad. La piel recupera así su tonicidad y su brillo natural.
– Si tu piel está muy brillosa, aceitosa al tacto, los poros están dilatados y tienes granos o puntos negros, especialmente a los costados de la nariz tienes piel grasa. En este caso debes utilizar un astringente y luego una crema nutritiva para que hidrate tu piel, la crema en este caso mantiene hidratada la piel sin aportarle grasitud.
– Si tu cara presenta zonas donde por las características que enunciamos reconoces que hay piel grasa, y otras en las que está más seca, tu piel es mixta. Debes utilizar una crema específica para este tipo de pieles que nutra y humecte.
Las cremas hidratantes aportan frescura, salud y humedad a nuestra piel. Lo ideal es que utilices crema hidratante diurna (día) y nocturna (noche). Sus principios activos son diferentes, las cremas diurnas tienen filtros ultravioletas que protegen tu piel de la exposición al sol. Debes evitar las cremas muy perfumadas porque no son muy naturales, y pueden producirte alergias. No por la crema en sí, sino los elementos que utilizan para perfumarlas.
Las cremas hidratantes protegen tu piel de los agentes externos como el sol, el viento, el frio, etc. Y además, nutren tu piel antes del maquillarte. La cantidad de crema que debes aplicarte es la que absorba tu piel, no más de eso.
Las cremas humectantes nocturnas reparan tu piel, estas tienen una acción hidratante mayor que las cremas diurnas. Impiden que la humedad se evapore de la piel, manteniendo el tejido en un óptimo estado. Por eso estas cremas sirven en general para prevenir el envejecimiento.
Para saber cuál es la que mejor se adecua a tu piel, debes tener en cuenta el porcentaje de materia grasa que contiene. Los extremos serian pieles secas y grasas. Para las primeras se recomienda que el porcentaje de grasa sea de entre el 15 y el 44%. Por el contrario en pieles grasas debe ser de entre el 14 y el 24%.
No olvides mantener a tu piel bien hidratada, ella te lo agradecerá haciéndote ver saludable, luciendo suave, turgente y lozana.