La lencería y el juego de la seducción

¿Hay algo más hermoso que el cuerpo de una mujer desnuda? La mayoría de las veces, y la mayoría de los hombres, contestaríamos a esta pregunta con un no rotundo como respuesta, pero si lo pensamos dos veces, con un poco más de calma, cabe la posibilidad de dar respuesta con otra pregunta ¿qué me dices de esa misma mujer, semidesnuda, vestida tan solo por la más atractiva lencería?

Sugerir para luego mostrar. Esconder para enseñar. Vestida para desnudar. Como veis la respuesta no es ya tan clara. Si alguna prenda es capaz de despertar mayor admiración que la propia piel que cubre, es sin duda un conjunto de lencería sexy. Braguitas, tangas, culottes, corpiños, bustiers, picardías, ligueros, medias… prendas creadas para seducir, alimentar nuestra imaginación y disfrutar en la intimidad junto a nuestra pareja o nuestra última conquista.

Si cada mujer es diferente y su cuerpo es maravillosamente único. Lencería hay también para todos los gustos, ocasiones y momentos. Lencería para el día a día, o lencería más atrevida para subir la temperatura y dejarnos llevar por el placer, el sexo y la pasión.

Conjuntos de seda, de raso, con ornamentos, puntilla, bordados, con lacitos, transparencias, rejillas… auténticas joyas para deleite de hombres y mujeres. Un exquisito abanico de posibilidades e innumerables detalles para exaltar el cuerpo femenino, disfrutar a través de la mirada, y volver aún más apetecibles unos pechos pequeños y firmes, grandes y generosos, o bien el vientre, las caderas, las piernas o el culo de una mujer.

Juegos de seducción. Si la lencería erótica causa efecto evidente en un hombre, también lo hace sobre la mujer. Estimula su propia visión y la transforma sin ningún tipo de complejos en una mujer que disfruta de su cuerpo. Una mujer protagonista en los juegos de alcoba. Una mujer que desea seducir, excitar y hacer feliz a su pareja utilizando todas las armas que tiene a su alcance.

Lencería, fantasía, erotismo y diversión. ¿Quién no recuerda una noche aderezada por un conjunto picante? ¿Quién no recuerda el culo bronceado de su mujer oculto por un minúsculo tanga de color después de pasar todo el día en la playa? ¿Quién no recuerda la cara de sorpresa y deseo cómplice al regalarle unas braguitas con apertura? ¿Quién no recuerda la primera vez que hizo el amor a una mujer vestida con un corpiño, libres sus pechos, ligueros y medias?

Si en alguna prenda admiro la creatividad y el buen hacer de los diseñadores de moda, así como las campañas o desfiles para presentar sus colecciones, es sin duda, la lencería. Piezas creadas para exaltar los sentidos. Y les doy las gracias por ello, y deseo que su inspiración no conozca límites, y que las mujeres vistan sus modelos para poder desvestirlas, y disfrutar de la belleza del cuerpo femenino, ahora y siempre, con unas braguitas de suave satén, o sin ellas.