En más de una ocasión te habrás puesto a dieta y habrás perdido unos pocos kilos pero, de repente, esos han vuelto o no has podido pasar más allá de ellos. ¿Te has planteado que esto puede ser porque estés haciendo algo mal?
Los fallos en las dietas
Cuando te pones de dieta, las ganas de perder peso, y hacerlo rápido, hacen que se cometan errores que no se ven como tales, incluso son complicados de explicar, pero en realidad son los que te dan la clave para adelgazar.
Entre esos errores, los principales son:
Saltarse el desayuno. Imagina lo siguiente: en la antigüedad, cuando no había mucha comida, las personas se llenaban al encontrarla y el cuerpo sabía que estaban en una época de almacenaje, de ahí que engordaran. Sin embargo, cuando no había comida, había que tirar de ese almacén para aguantar. Ahora piensa que tu cerebro tiene esos instintos primarios. Si no le das de comer, pensará que estás pasando una etapa de escasez y todo lo que le des, por poco que sea, lo va a almacenar para cuando no haya comida. Si tenemos en cuenta que el desayuno es la comida principal y donde se da toda la energía posible del día, saltártelo hará que el metabolismo de ese día cambie (al punto de engordar en lugar de adelgazar).
Sólo ejercicio aeróbico. Es bueno realizarlo, no decimos lo contrario. Pero un ejercicio sólo aeróbico no va a ayudarte a perder peso. Has de combinarlo con uno anaeróbico para que los músculos también trabajen. De lo contrario será imposible que consigas la meta que te planteas.
Pasar hambre. Esto ya te lo hemos explicado antes. No por comer menos vas a adelgazar más. Es posible que lo hagas pero, cualquier pequeño exceso, hará que subas de peso. ¿Por qué crees que hay tantas dietas yoyo? Porque en realidad usan eso, el ponerte poca cantidad de comida pero, después, al dejarla, recuperas incluso el doble de lo que perdiste.