Cómo seleccionar el champú más adecuado para tu cabello

Para cada tipo de cabello hay un champú adecuado, usar cualquiera puede dañar y resecar muchísimo nuestro pelo. Por eso te damos los consejos que necesitas para elegir el champú que más te conviene.

Cabello rizado

El pelo rizado es casi siempre el cabello más seco y eso se debe a que los aceites producidos en el cuero cabelludo no viajan tan fácilmente por las ondas como lo hacen con el lacio. Por eso se necesita un champú que suavice el cabello mientras se minimiza el frizz.

Los productos más convenientes son los cremosos, los champús hidratantes funcionan mejor para este tipo de cabello. Busca aceite de germen de trigo, manteca de karité y aceites de frutos secos (almendras y nueces de macadamia, por ejemplo) en los champús. Siliconas y glicerina también trabajan para una hidratación profunda. Estos tienden a revestir el tallo del cabello, atrapando agua en su interior.

Si has probado varios pero ninguno da resultado prueba usando un champú para bebés, como el de Johnson Baby’s.

Cabello lacio y fino

El cabello fino es más susceptible a quedar grasoso o aceitoso, incluso puede quedar de esta manera después de sólo un día. Es preciso optar por champús transparentes y mantenerse alejado de los cremosos que se hicieron para los más rizados.

Necesitas un champú suave que sea para el lavado diario o frecuente. El champú para cabello fino tiene un secreto que radica en un ingrediente llamado pantenol. Expertos juran que el panthenol penetra en la cutícula del cabello haciendo cada hebra más gruesa, por eso te conviene buscar aquellos productos que contengan este ingrediente.

Consejos para un mejor uso del champú

Lo mejor es no utilizar un champú todos los días si está seco, cada dos o tres es lo mejor. Lavarlo siempre solo logrará resecarlo más. Utiliza un champú junto con un acondicionador hidratante.

Si tu cabello es normal asegúrate de conseguir un champú que sea específicamente para cabellos normales, y que pueda utilizarse diariamente.

Lee la etiqueta de un champú a base de proteínas y asegúrate que la proteína está catalogada como uno de los primeros ingredientes, seguido de manteca de karité, glicerina, azufre o caroteno.